Michael Jordan dejo una gran huella en le NBA ya que no sólo aprendió a volar, sino que aprendió a suspenderse en el aire, así como hizo en la última jugada del quinto juego entre Bulls y Cavs, de la primera ronda de los playoffs de 1989.
Fue en esa epóca de 7 de mayo, de 1989, donde solamente quedaban tres segundo en el reloj para perder ante los Cavs 99-98. Pero los Chicago Bulls tenían la última posesión y la estrategia era “simple”: darle el balón a Jordan, quien tendría tiempo de hacer a lo mucho dos fintas, antes de soltar el balón.
La jugada salió impecable con Jordan ya que el recibió el balón mientras daba medio giro para quedar de frente al aro, dio cuatro pasos hacia el centro de la cancha, botó el balón dos veces con la mano izquierda y ejecutó un salto que congeló el tiempo.
Ehlo, quien era el responsable de marcar a Jordan, se siguió de largo y cuando el se había terminado el tiempo en el reloj, ya había soltado el balón.
”No veo cómo Michael se quedó en el aire tanto tiempo. Es el disparo más destacado que he visto”.
Brad Daugherty, excompañero de Jordan en la Universidad de Carolina del Norte y figura de los Cavs.
La imagen posterior al disparo del triunfo fue el eufórico festejo de Jordan, dedicado a la prensa, que daba por muerto a los Bulls desde antes de comenzar la serie. “¡Váyanse todos al infierno!”, gritó Jordan mientras saltaba.
Lo que casi nadie sabe, que en esa noche la afición que vio el juego por televisión no, no vio el festejo, ya que la cadena CBS mostró el festejo del coach, Dug Collins. El festejo de Jordan se vio en repeticiones posteriores, cuando se obtuvieron las otras tomas.
GIPHY App Key not set. Please check settings