El piloto mexxicano Checo Pérez ganó en el Gran Premio de Mónaco a finales de mayo y se colocó a 15 puntos de Max Verstappen en el Mundial, sin embargo sólo ha conseguido tres podios más, en Bakú, Silverstone y Spa.
El ingeniero de Red Bull, Pierre Wache, indicó que ajustar la monoplaza actual a las preferencias de Pérez, en última instancia, le ha costado rendimiento en pista. La unidad actual no es el que inició la temporada, que era más pesado, le costaba girar en curva y Max se veía atado para explotar su estilo de pilotaje. Ahora, al RB18 le resulta más fácil girar en las curvas y eso conduce a más sobreviraje. Verstappen siempre ha preferido un automóvil con una zaga inquieta como lo demuestran sus 11 victorias en lo que va de 2022, ocho de ellas después de Mónaco, precisamente.
Cabe recordar que el tapatío ha confesado que los paquetes de actualización del coche han jugado en su contra, por lo que ha estado trabajando con el equipo para tratar de encontrar un equilibrio que le permita adaptarse. Wache lo corrobora en una entrevista en ‘The Race’.
“Hay múltiples factores, pero el principal es claramente el equilibrio del coche y la confianza a bordo en comparación con el comienzo del año, cuando el coche estaba un poco más equilibrado para Checo y un poco menos para Max”, dice el ingeniero. “Después del desarrollo que introdujimos durante la temporada, el coche se alejó de eso. Después, encontrar una configuración adecuada para Checo, es bastante difícil que esté lo más cerca posible para vencer o pelear con Max”.
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