La NFL se opone contundentemente a las declaraciones del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en el sentido de que los dueños de equipos deberían despedir a los jugadores que se hinquen durante la entonación del himno nacional a manera de protesta por lo que consideran un trato desigual hacia la población afroamericana. Trump matizó sus declaraciones afirmando que no se trata de una cuestión racial, sino de respeto a los símbolos del país. Durante la jornada dominical prácticamente en todos los partidos un gran número de jugadores, no solo de raza negra, se manifestaron contra el presidente estadounidense, incluido Tom Brady, quien afirmó estar en contra de la ideología expresada por Donald Trump.
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